Una red de saneamiento está formada por un extenso recorrido de tuberías y arquetas, en las que se vierten las aguas fecales y pluviales de todas las viviendas o locales. El uso diario de la red, tiene como consecuencia el vertido de materiales no biodegradables, como detergentes, papeles,….
Estos elementos descritos anteriormente se van adhiriendo en las tuberías, dando lugar a atascos. También pueden reducir la durabilidad del alcantarillado, o incluso, hacer cada vez mas pequeño el diámetro de la propia tubería, llegando a ocasionar atascos.